Aziza Brahim en el Alpaca Folk

Fuente: La Crónica de León (25.07.09)

GENTES DE LEÓN / Aziza Brahim

La voz que clama en el desierto

La saharaui lleva a sus conciertos la protesta de su pueblo olvidado en los campos de refugiados

Fulgencio Fernández / Almuzara

Lo dice en sus conciertos y se lo repite a quienquiera escucharla. ‘‘Ya me gustaría que mis paisanos, que mi pueblo, escuchara mí música pero un saharaui por haber escuchado mi música, que sólo pretende mostrar la libertad, puede ir a la cárcel, sufrir torturas o, simplemente, desaparecer’’.

Es la joven cantante saharaui Aziza Brahim que acaba de participar con Gulili Mankoo en el Festival Alpaca Folk de Almuzara. Gustaron, engancharon con su fusión afrobeat y con sus gritos de libertad, con esa voz que clama en el desierto para que alguien se acuerde de la tragedia que vive su pueblo en el desierto, en los campos de refugiados, en los campos de la vergüenza donde son masacrados y donde la libertad no existe. ‘‘Cualquier actividad artística está perseguida y reprimida. Ningún saharaui se atreve a pintar un cuadro o una bandera pues el Gobierno marroquí lo entiende como una provocación y las consecuencias son funestas y crueles’’.

Se muestra encantada con su paso por Almuzara. ‘‘Me apasiona el ambiente que he visto, con un clima de amistad en torno a la música y en un marco excepcional, rodeada de montañas’’. Allí, mirando a Pico Gallo, volvió a ejercer eso que no podría hacer en el Sahara, la libertad de expresión. ‘‘Creo que es mi obligación contar lo que pasa en los campos de refugiados, denunciar cómo vive mi pueblo, lo que le pasa a mi pueblo en las zonas ocupadas donde ejercer la libertad de expresión les puede suponer que sufran torturas y hasta la muerte. Yo le canto a la paz y a la libertad’’.

Aziza Brahim viene constatando en sus conciertos una curiosa paradoja, de un lado los pueblos reciben con mucho cariño su música y su mensaje, a su vez muchos leoneses tienen en sus casas niños saharauis de vacaciones y, sin embargo, los gobiernos del mundo muestran una pasividad desesperanzadora con la situación que vive su pueblo. ‘‘La gente se muestra solidaria, las historias de sufrimiento de otros humanos les llegan al corazón pero los gobiernos no hacen nada, llevan años hablando pero no hacen nada. Por eso no podemos callar, no podemos dejar de denunciar lo que ocurre en un lugar que hace muy pocos años era una provincia más de España’’.

Aziza no ha conocido otra realidad en su corta vida que no sean los campos de refugiados. Pasa el tiempo y no ocurre nada. ‘‘Hay cierto desánimo en mi pueblo, se desesperan ante la realidad de que se incumplen todas las resoluciones de Naciones Unidas, una por una, pero es un pueblo fuerte y vamos a seguir luchando, nos vamos a armar de paciencia y seguimos. Somos pobres pero somos personas’’.Su arma es su música.

Las canciones que ella compone o algunos poemas que canta de su abuela. ‘‘Daré conciertos en España, también en Francia, en Inglaterra, en Dinamarca, allí les contaré nuestra vida y nuestra injusta realidad’’.Lo dice convencida, siempre con una sonrisa, esta saharaui que vivía en Murcia cuando un grupo de su país de gira por Castilla y León se quedó sin la cantante y llamaron a Aziza. ‘‘Vine, canté, conocí a alguien muy importante para mí y me quedé’’.

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